literando
jueves, 20 de junio de 2013
jueves, 29 de marzo de 2012
viernes, 15 de julio de 2011
DIOSA ATENEA
Atenea era ya una diosa en el Egeo antes de la llegada de los griegos. Su nombre deriva de una capa lingüística prehelénica anterior a los micenos y su nombre auténtico se ha perdido. Atenea está asociada con Atenas, un nombre plural dado que era el lugar donde presidía su hermandad, las Athenai, en tiempos anteriores.
En el partenón olímpico, Atenea fue rehecha como la hermana favorita de Zeus, nacida de su cabeza, la culminación de su ascendencia olímpica sobre la Gran Diosa matriarcal de la cultura anterior. Existen varias versiones de su nacimiento. En una, Zeus yació con Metis, la diosa del pensamiento astuto, pero temió inmediatamente las consecuencias. Había sido profetizado que Metis alumbraría hijos más poderosos que el propio Zeus. Para impedir tan graves consecuencias, Zeus transformó a Metis en un mosca y se la tragó inmediatamente después de yacer con ella. Pero fue demasiado tarde: Metis ya había concebido un hijo, e inmediatamente empezó a fabrica un casco y una túnica para su hija nonata. El martilleo que provocaba mientras hacía el casco causó a Zeus mucho dolor y Prometeo, Hefestos, Hermes o Palemón (según la fuente consultada) partió en dos la cabeza de Zeus con un hacha minoica de doble hoja (labrys). Atenea saltó de la cabeza de Zeus, adulta y armada, y Zeus no quedó peor tras esta experiencia. Según Homero, Atenea sigue en jerarquía a Zeus, de quien fue hija predilecta.
Atenea era la protectora del arte de tejer y otras manualidades, la sabiduría y la batalla. A diferencia de Ares, que era muy temperamental y poco fiable en la batalla, el domino de Atenea era la estrategia y las tácticas. Habiéndose puesto del lado de los griegos en la guerra contra Troya, Atenea ayudó al astuto Odiseo en su viaje a casa.
SUS GUERRAS:
Palas Atenea es la diosa de los guerreros victoriosos y lo es porque en su nacimiento aparece armada y dispuesta para su misión. Pero, además, ese suceso partenogenético, sin madre ninguna, ya proclama su futura condición virginal. Atenea sale directamente del cráneo paterno y no necesita ningún seno materno que la cobije durante la gestación. Tal vez por eso, Atenea no conozca varón ni lo necesite. Es una mujer de una sola pieza, sin fisuras ni ataduras familiares; por eso no es nada raro que se la vea como una divinidad exclusivamente diseñada para la victoria de los suyos, de los hijos de la Hélade. Con el paso del tiempo, Atenea se va dulcificando y toma un papel más maternal para con sus fieles, ya que pasa de ser una mujer de acción a una matrona tutelar, hasta que se convierte en la diosa guardiana del Estado y de los hogares atenienses, primero, y de todo el área griega después. Con el cambio sufrido, Atenea ya no es la brava diosa que acompaña las expediciones armadas de conquista o de castigo; con el paso del tiempo, la diosa no sale más al combate, sino que se mantiene permanentemente en guardia contra los enemigos que pueden venir de fuera. La ciudad, sinónimo del Estado nuclear griego, es su ámbito natural y a ella se dedica su reinado. Con la ciudad también se engloban, mucho más adelante, los que viven y trabajan dentro de sus límites y así la guerrera Atenea pasa a preocuparse por la suerte de los artesanos y termina atendiendo a los agricultores que alimentan a sus protegidos ciudadanos.
Atenea, librada del ataque, mató a la distraída Palas sin darse tampoco cuenta de lo que estaba sucediendo delante de sus ojos. En otras versiones del mito se relata que la diosa Atenea nació en Libia, a la orilla del lago Tritón (o Tritonis) y fue recogida por tres ninfas quienes se encargaron de su cuidado y educación. Durante uno de los juegos de guerra en los que se entretenía Atenea, como preludio infantil de su vocación de guerrera, con su inseparable compañera Palas, perdió el control de su lanza, y ésta alcanzó mortalmente a la otra niña. Atenea quedó horrorizada por lo ocurrido y en su escudo, que ya nunca más serviría de juguete, escribió el nombre de Palas e hizo que ya, para siempre, el nombre de la perdida amiga fuera precediendo al suyo propio Palas Atenea.

Atenea llegó a ser, básicamente, la protectora de la civilización y por ello, diosa de la paz, de la salud y de las curaciones y también de la guerra. Inicialmente, Atenea era una diosa eminentemente combativa que llegó a enfrentarse y derrotar en todas las ocasiones a
Ares, el brutal dios de la guerra y la violencia, del que se diferenciaba por el rechazo de cualquier
desmesura e, incluso en los momentos de ira, nunca cederá a impulsos salvajes y desordenados.
Atenea representa el modo de luchar con sabiduría e ingenio. Dicho de otro modo, a Atenea no le
gusta la violencia de la guerra; pero no desdeña la lucha y prefiere defender las leyes y la justicia por procedimientos racionales, pacíficos, aunque sin excluir el recurso a la fuerza racional y controlada. Por eso, Atenea marchaba al frente de los ejércitos y bendecía a los guerreros, acogiendo bajo
Diomedes y Agamenón. Pero Atenea también ejerce su influencia en la ciudad -a la que protege sus partes más elevadas en las que reside- y en el hogar -como diosa doméstica y civilizadora- pues enseña a los hombres a domar las fuerzas salvajes, inspira todas las técnicas, las
artes, la literatura y la filosofía. A ella se debe el uso del arado y del telar o la obtención del
aceite, y, en un plano más guerrero, a ella se debe la doma del caballo, el carro de guerra, la
trompeta militar e incluso el “Argos” la nave de los argonautas. Esta versión del nacimiento de Atenea recoge variantes diversas y diferentes detalles que no se excluyen. Hay otras varias versiones sobre el nacimiento de Atenea, según quien lo cuente y cuándo se compuso el
relato.
caballo.
FIESTAS:
Investigación realizada por las estudiantes del grado 11- B
Nombres:
Duque Erika
Ortiz Jimenez Vanessa
Ramirez Valencia Jennifer
Romero Perdomo Tatiana
En el partenón olímpico, Atenea fue rehecha como la hermana favorita de Zeus, nacida de su cabeza, la culminación de su ascendencia olímpica sobre la Gran Diosa matriarcal de la cultura anterior. Existen varias versiones de su nacimiento. En una, Zeus yació con Metis, la diosa del pensamiento astuto, pero temió inmediatamente las consecuencias. Había sido profetizado que Metis alumbraría hijos más poderosos que el propio Zeus. Para impedir tan graves consecuencias, Zeus transformó a Metis en un mosca y se la tragó inmediatamente después de yacer con ella. Pero fue demasiado tarde: Metis ya había concebido un hijo, e inmediatamente empezó a fabrica un casco y una túnica para su hija nonata. El martilleo que provocaba mientras hacía el casco causó a Zeus mucho dolor y Prometeo, Hefestos, Hermes o Palemón (según la fuente consultada) partió en dos la cabeza de Zeus con un hacha minoica de doble hoja (labrys). Atenea saltó de la cabeza de Zeus, adulta y armada, y Zeus no quedó peor tras esta experiencia. Según Homero, Atenea sigue en jerarquía a Zeus, de quien fue hija predilecta.
Atenea era la protectora del arte de tejer y otras manualidades, la sabiduría y la batalla. A diferencia de Ares, que era muy temperamental y poco fiable en la batalla, el domino de Atenea era la estrategia y las tácticas. Habiéndose puesto del lado de los griegos en la guerra contra Troya, Atenea ayudó al astuto Odiseo en su viaje a casa.
SUS GUERRAS:
Palas Atenea es la diosa de los guerreros victoriosos y lo es porque en su nacimiento aparece armada y dispuesta para su misión. Pero, además, ese suceso partenogenético, sin madre ninguna, ya proclama su futura condición virginal. Atenea sale directamente del cráneo paterno y no necesita ningún seno materno que la cobije durante la gestación. Tal vez por eso, Atenea no conozca varón ni lo necesite. Es una mujer de una sola pieza, sin fisuras ni ataduras familiares; por eso no es nada raro que se la vea como una divinidad exclusivamente diseñada para la victoria de los suyos, de los hijos de la Hélade. Con el paso del tiempo, Atenea se va dulcificando y toma un papel más maternal para con sus fieles, ya que pasa de ser una mujer de acción a una matrona tutelar, hasta que se convierte en la diosa guardiana del Estado y de los hogares atenienses, primero, y de todo el área griega después. Con el cambio sufrido, Atenea ya no es la brava diosa que acompaña las expediciones armadas de conquista o de castigo; con el paso del tiempo, la diosa no sale más al combate, sino que se mantiene permanentemente en guardia contra los enemigos que pueden venir de fuera. La ciudad, sinónimo del Estado nuclear griego, es su ámbito natural y a ella se dedica su reinado. Con la ciudad también se engloban, mucho más adelante, los que viven y trabajan dentro de sus límites y así la guerrera Atenea pasa a preocuparse por la suerte de los artesanos y termina atendiendo a los agricultores que alimentan a sus protegidos ciudadanos.
Atenea, librada del ataque, mató a la distraída Palas sin darse tampoco cuenta de lo que estaba sucediendo delante de sus ojos. En otras versiones del mito se relata que la diosa Atenea nació en Libia, a la orilla del lago Tritón (o Tritonis) y fue recogida por tres ninfas quienes se encargaron de su cuidado y educación. Durante uno de los juegos de guerra en los que se entretenía Atenea, como preludio infantil de su vocación de guerrera, con su inseparable compañera Palas, perdió el control de su lanza, y ésta alcanzó mortalmente a la otra niña. Atenea quedó horrorizada por lo ocurrido y en su escudo, que ya nunca más serviría de juguete, escribió el nombre de Palas e hizo que ya, para siempre, el nombre de la perdida amiga fuera precediendo al suyo propio Palas Atenea.

Atenea llegó a ser, básicamente, la protectora de la civilización y por ello, diosa de la paz, de la salud y de las curaciones y también de la guerra. Inicialmente, Atenea era una diosa eminentemente combativa que llegó a enfrentarse y derrotar en todas las ocasiones a
Ares, el brutal dios de la guerra y la violencia, del que se diferenciaba por el rechazo de cualquier
desmesura e, incluso en los momentos de ira, nunca cederá a impulsos salvajes y desordenados.
Atenea representa el modo de luchar con sabiduría e ingenio. Dicho de otro modo, a Atenea no le
gusta la violencia de la guerra; pero no desdeña la lucha y prefiere defender las leyes y la justicia por procedimientos racionales, pacíficos, aunque sin excluir el recurso a la fuerza racional y controlada. Por eso, Atenea marchaba al frente de los ejércitos y bendecía a los guerreros, acogiendo bajo
su protección a los héroes
como Perseo, Heracles, Odiseo, Aquiles, Menelao, Diomedes y Agamenón. Pero Atenea también ejerce su influencia en la ciudad -a la que protege sus partes más elevadas en las que reside- y en el hogar -como diosa doméstica y civilizadora- pues enseña a los hombres a domar las fuerzas salvajes, inspira todas las técnicas, las
artes, la literatura y la filosofía. A ella se debe el uso del arado y del telar o la obtención del
aceite, y, en un plano más guerrero, a ella se debe la doma del caballo, el carro de guerra, la
trompeta militar e incluso el “Argos” la nave de los argonautas. Esta versión del nacimiento de Atenea recoge variantes diversas y diferentes detalles que no se excluyen. Hay otras varias versiones sobre el nacimiento de Atenea, según quien lo cuente y cuándo se compuso el
relato.
ÁMBITOS EN LOS QUE ERA VENERA:
Era venerada en toda
Grecia, pero, en especial,
en el Ática porque la había
adquirido ofreciendo a
Zeus un olivo por ella,
derrotando en esta
competencia a Poseidón
quien había ofrecido un
caballo.
Cada cuatro años se
celebraban las “Panateneas”
en honor de Atenea Polías.
EN ROMA:
Los romanos la identificaron
con la Minerva etrusca.
Nombres:
Duque Erika
Ortiz Jimenez Vanessa
Ramirez Valencia Jennifer
Romero Perdomo Tatiana
jueves, 23 de junio de 2011
AFRODITA
(LA DIOSA DEL AMOR)
Afrodita (en griego antiguo Ἀφροδίτη) es, en la mitología griega, la diosa del amor, la lujuria, la belleza, la sexualidad y la reproducción. Aunque a menudo se alude a ella en la cultura moderna como «la diosa del amor», es importante señalar que normalmente no era el amor en el sentido cristiano o romántico, sino específicamente Eros (atracción física o sexual). Su equivalente romana es la diosa Venus.
La “surgida de la espuma “Afrodita nació de la espuma del mar cerca de Páfos (Chipre) después de que Crono cortase durante la Titano maquia los genitales a Urano con una hoz adamantina y los arrojase tras él al mar. En su Teogonía, Hesíodo cuenta que los genitales «fueron luego llevados por el piélago durante mucho tiempo. A su alrededor surgía del miembro inmortal una blanca espuma y en medio de ella nació una doncella» ya adulta. Este mito de Venus (el nombre romano de Afrodita) nacida adulta, Venus Anadiómena (‘Venus saliendo del mar’), fue una de las representaciones icónicas de Afrodita, famosa por la admiradísima pintura de Apeles, hoy perdida, pero descrita por Plinio el Viejo en su Naturalis Historia. Por esto, Afrodita es de una generación anterior a la de Zeus. Homero cuenta en el libro V de la Ilíada otra versión sobre su origen, según la cual sería hija de Dione, quien era la diosa oracular original («Dione» significa simplemente ‘diosa’, forma femenina de Δíος, ‘diosa’, el genitivo de «Zeus») en Dódona. Según Homero, Afrodita, aventurándose en batalla para proteger a su hijo Eneas, es herida por Homero y vuelve con su madre, postrándose de rodillas para ser reconfortada. «Dione» parece ser equivalente a Gea, la Madre Tierra, a quien Homero trasladó al Olimpo y alude a un hipotético panteón protoindoeuropeo original, con dios jefe (Di-) representado por el cielo y el rayo y la diosa jefa (forma femenina de Di-) representada como la tierra o el suelo fértil. La propia Afrodita fue llamada a veces «Dione». Una vez que el culto a Zeus hubo usurpado el oráculo-robledo de Dódona, algunos poetas lo tuvieron por padre de Afrodita.
El principal centro de adoración a Afrodita permaneció en Pafos, al suroeste de la costa de Chipre, donde la diosa del deseo había sido adorada desde mucho tiempo atrás como Ishtar y Astarté. Se dice que desembarcó tentativamente primero en Citera, un lugar de parada para el comercio y la cultura entre Creta y el Peloponeso. Así quizás tengamos pistas del camino del culto original a Afrodita desde el Levante hasta el continente griego.
Algunos autores consideran que Afrodita era hija de Talasa, la personificación femenina del mar, y Zeus.
Orígenes
Afrodita tiene numerosas equivalentes: Inanna en la mitología sumeria, Astarté en la fenicia, Turan en la etrusca y Venus en la romana. Tiene paralelismos con diosas indoeuropeas de la aurora, tales como Ushás o Aurora. Según Pausanias, los primeros que establecieron su culto fueron los asirios, y tras ellos los pafosianos de Chipre y los fenicios que vivían en Ascalón (Palestina), quienes enseñaron su culto a los habitantes de Citera. Se decía que Afrodita podía hacer que cualquier hombre se enamorase de ella con solo poner sus ojos en él.
Vida adulta
Afrodita no tuvo infancia: en todas las imágenes y referencias nació adulta, núbil e infinitamente deseable. En muchos de los mitos menores tardíos en los que participa se la presenta vanidosa, malhumorada y susceptible. Aunque es uno de los pocos dioses del panteón griego realmente casados, le es infiel a su marido con frecuencia. Hefesto es una de las deidades helénicas más ecuánimes; en el relato recogido en la Odisea Afrodita parece preferir a Ares, el voluble dios de la guerra. Es uno de los pocos personajes que desempeñó un papel importante en la causa original de la propia Guerra de Troya: no sólo ofreció a Helena de Esparta a Paris, sino que el rapto se llevó a cabo cuando éste, al ver a Helena por primera vez, se vio abrumado por el deseo de poseerla, lo que corresponde a la esfera de Afrodita.realizado por : estefania herrera
yuliana marin
lilian moreno
grado: 11ºB
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