Demèter

Hija de Cronos y Rea. Pertenece a la segunda generación divina. Es la diosa de la agricultura.
Mientras Rea es considerada la madre universal, Deméter es la madre y nutricia proporciona los cereales, con los que se alimentan los humanos.
gracias a esto, los hombres tienen la oportunidad de evolucionar de un estado salvaje a la civilización. Por esta razón, Deméter ocupa un lugar privilegiado en la religión griega.
Su personalidad es muy distinta a Ges que es la tierra en su matiz cosmogónico, mientras de Deméter es la tierra cultivada.
Deméter es hermana (y esposa ocasional) de Zeus. Es evidentemente una diosamadre, ya que -meter en griego significa ‘madre’, pero se discute madre de qué, esto es, qué significa el Da- inicial.
Los antiguos creían que da- era una variante de ga-, por lo que significaría la “madre tierra”, pero parece más bien una etimología popular (1) .
Aunque se encuentra dentro del panteón olímpico, da la impresión de hallarse en él un poco de prestado, más enraizada en cultos populares y agrarios. No aparece mencionada en las tablillas micénicas, y Homero apenas la menciona.
Durante su juventud tuvo a Perséfone y a Yaco con su hermano Zeus. Su mito está íntimamente ligado con el de su hija, ambas constituyen una pareja a las que se denominaba “las diosas”. El mito de Perséfone es revelado en una de las fiestas mas famosas de Grecia: los misterios de Eleusis.
La leyenda comienza con Perséfone recogiendo flores en una pradera de Enna de Sicilia,aunque el himno de Homero dedicado a Deméter habla de forma imprecisa de la llanura de Misa, aunque otras tradiciones sitúan el hecho en Eleusis junto al Cefiso o en Arcadia, al pie del monte Cileno. Ella crecía feliz junto a las otras hijas de Zeus, Atenea y artemisa. De repente, cuando cortaba un narciso, la tierra se abre a sus pies y surge Hades, que rapta a la joven.
Perséfone grita pidiendo auxilio a su madre, Deméter al oírla acude en su ayuda, al no encontrarla, comienza para ella un largo peregrinaje en pos de la muchacha. Durante nueve días y nueve noches recorre el mundo, sin comer, beber, errante con una antorcha en cada mano buscando a su hija.
diosa madre’ o quizás ‘madre distribuidora’, es la diosa griega de la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, y protectora del matrimonio y la ley sagrada. Se la venera como la «portadora de las estaciones» en un himno homèrico, un sutil signo de que era adorada mucho antes de la llegada de los olìmpicos . El himno homérico a Deméter ha sido datado sobre el siglo VII a. C. Junto a su hija persèfone eran los personajes centrales de los misterios eleusinos que también precedieron al panteón olímpico.
Deméter enseñó a la humanidad las artes de la agricultura: sembrar semillas, arar, recolectar, etcétera. Era especialmente popular entre las gentes del campo, en parte porque eran los beneficiarios más directos de su ayuda, y en parte porque eran más conservadores a la hora de mantener las viejas costumbres. De hecho Deméter era fundamental en la antigua religión de Grecia. Reliquias propias de su culto, como cerdos votivos de arcilla, se fabricaban ya en el neolìtico. En la época romana, aún se sacrificaba una marrana a Ceres cuando había una muerte en la familia, para purificar la casa.
Relación de Deméter con Perséfone
El mito fundamental de Deméter, que constituye el corazón de los misterios eleusinos, es su relación con Persèfone, su hija y ella misma de joven. En el panteón olímpico, Perséfone fue consorte de Hades (Pluton para los romanos, dios de la riqueza del inframundo). Perséfone se convirtió en diosa del inframundo cuando Hades la secuestró en la tierra y le llevó con él. Perséfone había estado jugando con algunas ninfas (o leucipe) a quienes Deméter convirtió en sirenas como castigo por no haber intervenido. La vida se paralizó mientras la deprimida Deméter (diosa de la tierra) buscaba a su hija perdida (descansando en la piedra Agelasta). Finalmente, Zeus no pudo aguantar más la agonía de la tierra y obligó a Hades a devolver a Perséfone enviando a Hermes para rescatarla. Pero antes de liberarla, Hades le engañó para que comiese seis semillas de granada, lo que le obligaba a volver seis meses cada año. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación. Pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía al inframundo, la tierra se convertía de nuevo en un erial estéril.
Estos seis meses son los de verano, pues en Grecia es cuando toda la vegetación muere por el calor y la falta de lluvia. Por el contrario, el invierno traía abundantes lluvias y temperaturas suaves, floreciendo la vida vegetal. Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos. En una versión alternativa, Hècate rescató a Perséfone. En otras versiones Perséfone no era engañada para comer las semillas de granada sino que decidía comerlas por sí mismas. Algunas versiones afirman que comió cuatro semillas en lugar de seis. En cualquier caso, el resultado final es la ocurrencia del verano, la primavera, el otoño y el invierno.
Estancia de Deméter en Eleusis
Mientras Deméter buscaba a su hija Perséfone, habiendo tomado la forma de una mujer anciana llamada Doso, recibió la hospitalaria bienvenida de cèleo, el rey de eleusis en Àtica (y también deFìtalo). Céleo le pidió que cuidase de demofonte y triptòmelo, los hijos que había tenido con metanira
Como regalo a Céleo por su hospitalidad, Deméter planeó convertir a Demofonte en un dios, cubriéndolo y ungiéndolo con ambrosìa, respirando suavemente sobre él mientras le sostenía entre sus brazos y su pecho, y haciéndole inmortal quemándolo sobre carbones al rojo vivo en la chimenea del hogar familiar cada noche, a espaldas de sus padres.
Deméter no pudo completar el ritual porque Metanira sorprendió una noche a su hijo en el fuego y chilló asustada, lo que enfureció a Deméter, quien lamentó que los estúpidos mortales no entendiesen el concepto y el ritual.
En lugar de hacer inmortal a Demofonte, Deméter decidió enseñar a Triptólemo el arte de la agricultura y, a través de él, el resto de Grecia aprendió a plantar y segar cultivos. Triptólemo cruzó el país volando en un carro alado mientras Deméter y Perséfone cuidaban de él, ayudándole a completar su misión de educar a Grecia entera en el arte de la agricultura.
Más tarde, Triptólemo enseñó a Linco, rey de Escitia, las artes de la agricultura, pero éste rehusó enseñarlas a sus súbditos, y trató de matar a Triptólemo. Deméter le transformó en un lince.
Algunos investigadores creen que la historia de Demofonte está basada en una leyenda popular prototípica anterior.
Mito de Demèter
Démeter era la diosa de la cosecha, la diosa de la espiga madura del trigo. Era hija de Kronos y de Rea, al igual que Zeus, Poseidón y Hades. Su hermano, Zeus, el dios que, tras el asesinato del padre, se convirtió en el ser más poderoso del universo, tomando el puesto de rey de los dioses, la pretendía, a pesar de la relación filial.
Al ser rechazado por la diosa, Zeus acudió a uno de sus viejos trucos de conquista: se metamorfoseó en un enorme y bello toro blanco. El toro es, para la mitología griega, el símbolo viril de la ley masculina. Está directamente relacionado con la muerte del padre, porque todo toro termina muerto de forma ritual. Convertido en el semental rumiante, Zeus violó a Démeter, dejándola embarazada con su simiente. De esta unión nació Koré, la niña más inocente.
Esta historia también se repite con su otro hermano, Poseidón, el rey de los mares y los océanos. Démeter, para eludirlo se convirtió en una yegua y se puso a pastar en los pastizales de un rey, cerca de las caballerizas. Pero un majestuoso caballo entró de improviso y la sedujo. Así Poseidón logró poseerla, de esa unión nacieron los caballos más famosos y rápidos, los que tiraron del carro que llevaba al dios tracio Ares, el dios de la guerra y el sinsentido.
Koré, junto con otras doncellas vírgenes camina entre lirios y narcisos en un bello jardín. Mientras la niña observaba los narcisos, Hades, el dios de los infiernos, llegó allí y la raptó violentamente. En ese momento la inocente niña conoció el dolor y el horror, dejó de ser Koré, era Perséphone, la que dice el horror.
El dolor de su pérdida endureció el corazón de Démeter, se convirtió en una terrible castigadora. Ericsistión era un leñador, fue encontrado por Démeter cometiendo un crimen: talaba árboles para la venta n un bosque sagrado dedicado a la diosa. El terrible castigo consistía en no poder saciar el apetito, a tal punto que Ericsistión se termina devorando a sí mismo. Démeter le quita el alimento, el efecto del don de la diosa.
Ya no soportando su dolor, vaga por el mundo convertida en una anciana con un bastón. Hécate, apiadándose de ella le dice que Helios, el dios sol, debe saber como encontrar a Perséphone, ya que el sol lo ilumina todo.
En la ciudad de Eulesis, mientras buscaba a Helios, Démeter es encontrada junto a un pozo seco por unas niñas, las hijas del rey. Logran hacerla sonreír, y le devuelven la felicidad y la fe al rostro. Démeter se convierte en nodriza del hijo del rey. Allí se enamoró de Yasión y engendraron a Pluto, el dios de la riqueza. En Eulesis, hoy en día hay templos subterráneos muy raros donde se encuentran pruebas de un antiquísimo culto misterioso dedicado a la diosa.
En un momento se encuentra con Eumolpo, quien le dice que él vio a Hades raptar a su hija, la diosa como agradecimiento le da la custodia de la inmortalidad. También Triptoloméo la reconoce como la diosa y le confía el secreto que él sabía: que Perséphone se encontraba en los infiernos de Hades. La diosa, le concede, entonces, los conocimientos para hacer crecer la espiga, los conocimientos de la agricultura.
Finalmente, conociendo el lugar donde se encontraba su hija, la diosa de la cosecha enfrentó a sus tres hermanos, los dioses más poderosos del Olimpo, con el apoyo de Hermes, el dios mensajero, que la llevó hasta ellos. Enfrentó a Zeus y lo amenazó con algo que ninguno de los tres habían previsto. La diosa dijo entonces que si no se le devolvía a su hija, secaría la tierra. Privaría al mundo de la fertilidad del suelo.
Hades, temiendo perder a su amada, pero temiendo la repercusión de la amenaza de su hermana, realizó un acto muy vil: le dio a Perséphone de comer unos granos de granada. Lo que ella no sabía era que era ley en el mundo de los muertos que nadie que hubiera comido de los frutos que allí crecían volvería a salir al mundo exterior.Zeus, atemorizado por el poder que su hermana demostraba, vengándose de tantas maldades que el trío le había causado, obliga a Hades a negociar. La negociación termina en que Perséphone vivirá durante 6 meses con su marido en el infierno, y 6 meses en los maizales con su madre. Así, durante medio año la tierra fértil da frutos y granos, y durante otros 6, el suelo está inútil para el hombre.
Realizado Por : Sandra Herrera
Katherine Loaiza
Daniela Lopez
Tatiana Mamian
Grado: 11-a